Los militantes revolucionarios que hace 5 años nos constituimos en Paso a la nueva democracia, deslindamos de espacios en franca decadencia de principios y ética revolucionarias, nos definimos como una organización para contribuir a la conformación de una vanguardia para la transformación revolucionaria de la sociedad, concebida como el resultado del encuentro de corrientes que compartieran esta necesidad, al calor de las luchas y del debate.
En medio de muchas dificultades, mantuvimos un agrupamiento de valiosa experiencia política y de masas, produciendo importantes reflexiones y maduramos definiciones, partiendo de un análisis crítico y autocrítico de nuestra trayectoria, de la realidad nacional y del movimiento revolucionario.
Fortalecimos nuestra definición socialista, y la determinación de acercarnos a otras corrientes que observamos con planteamientos coincidentes, para el intercambio de experiencias, contribuyendo así al rearme político organizativo de las fuerzas transformadoras del país, para que el creciente torrente de luchas y de elevación de conciencia que viven hoy los sectores populares, tengan un fuerte referente.
Conocimos de las posiciones de USI a través de los medios y de laclase.info, y valoramos la firmeza de principios y su consecuencia en la defensa de las luchas obreras y de la causa socialista, establecimos el contacto y abrimos un proceso de intercambio con un trabajo de enlace que nos llevo a la elaboración de las bases para nuestra integración y al desarrollo de actividades conjuntas.
Promovimos foros, comunicados frente a situaciones concretas, participamos en movilizaciones contra el ajuste económico del gobierno y el 1 de mayo, trabajamos unas bases políticas para el acuerdo de los revolucionarios, y participamos conjuntamente en el reciente proceso electoral en alianza con el PPT, comprobando un amplio campo de coincidencias que aunados a la firme voluntad unitaria, permitieron las condiciones de confianza revolucionaria para pasar a una articulación superior, a la fusión de nuestras fuerzas.
La magnitud de las tareas nos plantea este reto. Procediendo de distintos espacios, hemos alcanzado esta meta, y la tomamos con todo el desprendimiento, seriedad y entusiasmo que somos capaces los revolucionarios que nos movemos por convicciones. Nuestra integración tiene un valor práctico, dadas todas las potencialidades que se abren cuando se suman actores anteriormente dispersos, pero sobre todo tiene un alto valor cualitativo, por la sumatoria de importantes experiencias acumuladas en años de lucha y de organización.
Toca profundizar debates que requieren tiempo y elaboración conjunta, pero somos optimistas por los acuerdos programáticos contenidos en las bases para la unidad, que se han logrado con bastante fluidez y camaradería, y por la voluntad común de construir una referencia socialista para los trabajadores y el pueblo.
Avanzamos en la unificación de los revolucionarios, en medio del auge de las luchas, y de polarización de dos enemigos, con los cuales toca enfrentarse simultáneamente. Se ha abierto una espectacular oportunidad para fortalecer una opción socialista y revolucionaria, que de no producirse, sería una nueva fuente de frustración y de derrota para las aspiraciones de cambio del pueblo venezolano. Este trascendental paso que hemos dado, se convierte entonces en un llamado a la unidad de todos los revolucionarios honestos de este país.
